Ya hacía tiempo que quería hacer algo parecido, pero no sabía exactamente como. Tenía claros los ingredientes, el hojaldre, el pollo, queso y la cebolla caramelizada, que es una cosa que me fascina.
Total que para ser la primera vez, no me ha quedado nada mal este hojaldre de pollo, pero, lo que más me ha gustado, es precisamente las caras de satisfacción de mis hijos y familia en general cuando se metieron los primeros bocados. Esos "ummmm" son la mejor recompensa para mi, me encanta.
Sin más, os explico cómo he hecho este invento. Invento que por cierto seguro que a alguien se le habrá ocurrido antes, y de hecho he buscado por el mundo blogueril, pero que no he encontrado nada igual que me pudiera servir de guía. En fin, ahí va.
Ingredientes
Un hojaldre comprado
2 pechugas de pollo (las mías pesaron 650 gr)
2 cebollas medianas, o una grande
2-3 cucharadas soperas de azúcar moreno
Queso rallado o mezcla de distintos quesos
1 huevo para pintar
Elaboración
Cortamos lo primero la cebolla bien finita y la ponemos en una sartén a pochar. Cuando está transparente echaremos el azúcar, que si es moreno mejor, pero si no tenéis yo he caramelizado con azúcar blanca un montón de veces y no pasa nada. La cantidad de azúcar dependerá de lo golosos que seáis; yo soy más de 3 cucharadas que de 2.
Mientras se hace, quitamos bien toda la grasa que pudiera tener las pechugas y las cortamos en dados. Cuando la cebolla ya casi está, echamos las pechugas en la misma sartén a que se haga un poco. Tampoco tienen que hacerse mucho que si no las notaremos secas en la boca. Poned el horno ya a calentar arriba y abajo a unos 170-180º, aunque ya sabéis que cada horno es un mundo.
Estiramos bien el hojaldre encima de una placa de horno con un papel de hornear. En la parte del medio, en una anchura de unos 6 dedos, echamos la cebolla junto con la pechuga. Encima de ésta, echamos una generosa (muy generosa) capa de mezcla de quesos rallados. En mi caso puse gouda, emmental, edam y cheddar, creo recordar.
Toca ahora cerrar el hojaldre. A mi me gusta hacerle unos cortes en diagonal por los lados de manera que puedo hacer una especie de trenza.
Cuando está cerrado pintamos bien por todos los lados con el huevo batido y volvemos a echar otra capa de queso rallado por encima. Hornearemos hasta que el hojaldre lo veamos dorado; en mi caso estuvo un poquito menos de media hora.
Tarde de domingo. Voy y pregunto a la familia: ¿os apetecen para merendar unos crepes o unas tortitas? Y salta mi mujer: Si queréis os hago unos donuts. ¡Sí, donuts! saltaron mis hijos casi al unísono. Dicho y hecho. Ya no podía echarse atrás.
Total, se preparan en un momento. Con estas cantidades saldrán unos 6-8 donuts grandotes. ¡Están buenísimos!
Ingredientes
20 gr de mantequilla
50 gr de azúcar
ralladura de 1/4 de una naranja (al gusto)
15 gr de levadura fresca
1 yema de huevo
100 ml de leche
200 gr de harina
1 pizca de sal
Elaboración
Se mezclan todos los ingredientes en un bol, lo último la harina con la sal. Al final añadiremos un poquito más para acabar de despegar la masa de las manos.
Dejar 1 hora en reposo. Pasado este tiempo, espolvoreamos después una superficie con harina y estiramos la masa. Podemos hacer la forma de los donuts con un bol pequeño o un vaso. El agujero podemos hacerlo a mano o con la boca de una botella.
Freiremos en aceite a fuego medio hasta que esté dorados por los 2 lados. Retiramos a un papel absorbente y finalmente los adornamos con azúcar normal o glas.
No hace más de un par de semanas que oí hablar por primera vez de este postre delicioso y espectacular, el chocoflan o pastel imposible. Pero una cosa me quedó clara; ese postre lo tenía que probar de hacer, y así ha sido.
He de decir que la receta la he tomado prestada del canal de Youtube DeUvasAPeras, que tiene unos postres sencillos pero riquísimos y además lo explican fenomenal. Os recomiendo que os paséis por él.
Es un postre contundente, pesa muchísimo, pero es que ya veréis ahora cuando lo explique; lleva, entre otras cosas 8 "ocho" huevos!!!!!!! También os digo que creo que me pasé de caramelo y eso ha hecho que la parte de flan no quede tan blanca como debiera. A ver si la próxima vez le pongo menos y queda más bonito. Bueno, ahí os dejo la receta.
Ingredientes
Para la mitad de chocolate
2 huevos
100 gr de harina de trigo
200 gr de azúcar
60 gr de cacao puro
50 gr de mantequilla
100 ml de leche
Un sobrecito de levadura tipo Royal
Dulce de leche o caramelo líquido
Para la mitad de flan
6 huevos
370 gr de leche condensada
200 ml de Nata para montar, 35%MG
170 ml de leche
Esencia de vainilla (opcional)
Elaboración
Primero comentar que va mejor un molde de silicona de los de tipo roscón. Yo utilicé uno desmontable y tengo que reconocer que cuando eché el flan, al ser muy líquido, se me salió un poco. Eso sí, ha de ser grandecito, que si no rebosará.
Enmantequillamos y enharinamos el molde. Si es de silicona no es necesario hacerlo.
Ponemos el caramelo líquido (o dulce de leche) en el fondo del molde. Para hacer el caramelo, calentad en una sartén antiadherente una cantidad generosa de azúcar y esperad a que se haga sin utilizar ningún utensilio. Una vez está completamente líquida, se echa directamente de la sartén al molde.
Empezamos a hacer la mitad de bizcocho de chocolate,. Con una batidora de varillas, batimos bien el azúcar y la mantequilla semiderretida. Después añadimos los huevos de uno en uno. Primero uno, esperamos a que se integre y después el otro.
Hacemos una mezcla con la harina, el cacao y la levadura y tamizamos. Con la batidora en marcha, vamos echando la mezcla a cucharadas. Añadimos también toda la leche a chorritos.
Toda esta mezcla la echamos ya en el molde. Es el momento de precalentar el horno. En la receta original dice 200º, pero yo si lo hago a esa temperatura se me quema y lo pongo a menos. También dice que es mejor hornear al baño maría, que se hace mejor el flan, pero yo no lo he hecho y ha quedado muy bueno.
Vamos ahora con el flan. En una jarra grandecita (1,5 litros como mínimo) ponemos los 6 huevos, la leche codensada, la nata y la leche (y opcionalmente la vainilla). Batimos todo bien con la batidora de brazo.
El líquido resultante lo añadimos al molde con cuidado, poco a poco. Veremos que la mezcla baja al fondo del molde y la parte de chocolate va subiendo.
Llevamos el molde al horno y horneamos 35-40 minutos, dependiendo del horno. Lo mejor como siempre es utilizar un palillo o aguja y si sale seca, está listo.
Sacamos del horno y dejamos enfriar. Cuando ya ha perdido temperatura la meteremos en la nevera 3 ó 4 horas como mínimo para que enfríe bien. Recordad que es un flan, y debe quedar frío.
Un plato fácil y socorrido para los días de diario son unos buenos espaguetis a la carbonara. Son súper sencillos de hacer y en media hora los tenéis listos, y sin embargo el resultado es muy muy bueno. Plato sabroso y nutritivo donde los haya, y que además gusta mucho a los niños.
Además también están muy buenos para el día siguiente y se llevan fácilmente en un túper. Eso sí, para el día siguiente mejor guárdalos en la nevera (por la nata sobre todo).
Ingredientes
500 gr de espaguetis
1 brick de 200 ml de nata líquida de bajo porcentaje de materia grasa (también pueden ser 2 si os gusta con más salsa)
350 gr de bacon
Media cebolla mediana
Una nuez de mantequilla
Elaboración
Si una imagen vale más que mil palabras, imaginad un vídeo. Así que espero que lo disfrutéis tanto como yo he disfrutado haciéndolo.
Cortamos muy fino la cebolla y el bacon en tiritas. Los ponemos en una sartén grande a freírse.
Mientras se van dorando, ponemos abundante agua en una olla a la que salaremos y le añadiremos la nuez de mantequilla. Echaremos los espaguetis y los hervimos según nos indique el paquete.
Cuando está dorado el bacon con la cebolla echamos la nata. Podéis echar la cantidad que queráis, al gusto. Yo reconozco que un paquetillo de 200 ml para medio kilo de espaguetis es un poco justo, la verdad. Por eso digo que podéis echar hasta 2 bricks. Dejaremos que reduzca y estará lista cuando a la nata le cueste volver después de hacer una raya por el medio. Ved el vídeo que lo aclara mucho mejor de lo que lo explico. En este momento podéis añadir a la salsa algo de pimienta y/o nuez moscada, pero como en casa no gusta mucho pues yo no se la hecho.
Con la salsa hecha añadimos los espaguetis para que se impregnen bien con la salsa y listos. En la foto le hemos puesto un poco de queso rallado y orégano por encima.
Un plato delicioso que se come ¡con tenedor y cuchara!
¡Por fín! Ya tenía ganas de que viérais en vídeo lo sencillo que es este hojaldre relleno de manzana, también llamado strudel.
Es muy sencillo de hacer, básicamente solo hay que cortar la manzana, ponerla en el hojaldre, echar el azúcar y al horno bien cerradito. Además se puede hacer para comer al momento en caliente o esperar y comerlo frío. ¡De cualquier manera está buenísimo!
Podéis ver la receta completa aquí. Os dejo el vídeo, ¡que lo disfrutéis!
Normalmente en casa, nuestras cenas son ligeras. Que si una sopita, una ensalada y cosas así. Sin embargo hay días, noches mejor dicho, en las que te apetece pecar. Y es entonces que hace unas noches... os cuento.
Fue más o menos así. "No se qué cenar, pero no me apetece ensalada", dije yo. "Pues hazte una tortilla", dijo mi mujer. "Ya, pero es que una tortilla, así, triste y aburrida..."
Y entonces te vas a la cocina sin muchas ganas y empiezas a mirar "pa to los laos". Miras para un lado, para el otro; abres la nevera, la cierras... ¡¡Tachán!! Ya está, ya lo tengo.
Había mi mujer comprado un choricito que me estaba mirando. Así que no me lo pensé 2 veces. Cogí un trocito como de unos 4 dedos, lo corté en daditos. Directos a la sartén, sin aceite ni nada, sabiendo que el mismo chorizo me daría toda la grasa que necesito.
Pero es que viendo yo cómo se freía el chorizo, me miró mi botellita de aceite picante que guardo yo para las ocasiones especiales, y me dije, "por echar unas gotitas no va a pasar ná". Uiss, las gotas se convirtieron en chorrito, pero ahora ya no tiene remedio, así que me puse a batir con energía un par de huevos y venga, para la sartén.
Vuelta para un lado, vuelta para el otro, el huevo está cuajado, tortilla lista. Le puse un par de panes tostados debajo, cortas la tortilla por la mitad y al plato.
Creo de verdad, y mira que he probado un montón diferentes, que es una de las mejores tortillas que he probado en mi vida. Y me la volveré a hacer cada vez que me apetezca pecar otra vez porque realmente
Dicen que para aprender hay que perder. Pues no es que yo haya perdido, porque la tarta sacher en cuestión, del 45 cumpleaños de Marta, mi mujer, estaba para chuparse los dedos. Pero no hay más que ver la foto para entenderme.
Para todo hay una primera vez, y sí, ésta fue mi primera vez. Nunca había usado una manga pastelera, ni para chocolate ni para nada. Y yo, que soy más chulo que nadie no os penséis que me informé no, qué va, yo a palo seco. No pregunté a nadie, y así quedó. Y sin embargo que conste que aprender aprendo, porque sobró un pequeño cuenco de cobertura que puse en la nevera y que al día siguiente quise utilizar y fíjate tú por dónde, pude adornar perfectamente. Pues nada, "Felicisdeidasdf 45" cariño! y vosotros que lo sepáis, ¡¡¡se adorna en frío!!!
Pero de verdad que no quiero quedarme con lo que no me gustó de la tarta sacher, sino con los ¡ummm! de mi familia cada vez que daban un bocado. En sí la tarta estaba exquisita, la cobertura perfecta, y aunque no es fácil de hacer (al menos para mi) no digo que no la vuelva a hacer si me lo piden mis hijos o mi mujer otra vez (qué no haría yo por ellos).
Tengo que agradecer de nuevo la receta al canal DeUvasAPeras de Youtube. Esta chica es fantástica, hace unas cositas "deliciosas".
Ingredientes
Para el bizcocho
6 huevos separados yemas de claras
130 gr de chocolate para fundir
130 gr de mantequilla
130 gr de harina
200 gr de azúcar
14 gr de levadura en polvo tipo Royal
Un chorrito de esencia de vainilla
Una pizca de sal
Para el relleno y la cobertura
450 gr de mermelada de albaricoque (yo utilicé fresa, pero la auténtica lleva albaricoque)
250 gr de azúcar
120 ml de agua
300 gr de chocolate para fundir
80 gr de mantequilla
Debo decir que yo incrementé un 25% estas cantidades, y al final me sobró un poco. Así que las cantidades están bien proporcionadas.
Elaboración
Vamos con el bizcocho...
Derretimos al baño maría el chocolate. Una vez está derretido, añadimos la mantequilla y removemos hasta fundirla. Ya con el calor residual, incorporaremos las yemas de huevo batiendo rápidamente para que no se cuajen. Añadimos el chorrito de esencia de vainilla y reservamos la mezcla.
Montamos las claras con el azúcar con ayuda de unas varillas eléctricas, de manera que la mezcla quede espumosa pero no merengue.
Mezclamos la harina, la levadura y la sal y tamizamos. Seguido, enmantequillamos el molde. Aclaro que mi molde redondo es de 26 cm de diámetro y quedó un poquito baja, así que si lo podéis hacer con uno algo más pequeño mejor que mejor.
Añadimos ahora la mezcla de las claras al chocolate con ayuda de unas varillas manuales, haciendo movimientos suaves, envolventes y de arriba a abajo, para evitar que el chocolate se nos vaya abajo.
Iremos ahora incorporando poco a poco la harina mezclada, con las varillas manuales o espátula; se hace poco a poco y con paciencia para que quede una mezcla homogénea y sin grumos.
Precalentaremos el horno a 180 grados. Llevamos la mezcla al molde y al horno unos 50 minutos, hasta que un pincho quede seco.
Ahora lo cortamos por la mitad para dividir el bizcocho en dos. ¿Cómo? Pues con un cuchillo largo o como hice yo; marqué un poquito el corte con un cuchillo y pasé alrededor un hilo normal de coser. Luego cruzas las 2 puntas y solo hay que estirar... quedó perfecto. Separaremos las 2 capas.
Cogemos el aro ajustable del molde y ponemos abajo la mitad de arriba del bizcocho (la parte superior de la mitad de abajo es más bonita, más recta, y quedará mejor arriba de la tarta).
Ponemos una capa generosa de mermelada, y nos reservaremos 2 ó 3 cucharadas. Ahora con cuidado pondremos la otra capa encima y apretaremos un poquito para que la mermelada se esparza bien. No debería salirse por los lados ya que sujeta el aro del molde.
Ahora con la mermelada que nos queda y un poquito de agua lo pondremos al microondas unos segundos y batiremos bien, haciendo una especie de almíbar, y bañaremos bien todo el bizcocho de arriba. Así quedará borrachito, más jugoso (doy fe que se nota el almíbar en la tarta y es espectacular).
Vamos ahora con la cobertura...
En un cazo ponemos el agua con el azúcar y calentamos. Cuando esté bien disuelto, añadiremos el chocolate, cuidando de derretirlo sin que hierva en ningún momento.
Ahora apagamos el fuego y añadimos la mantequilla en trozos pequeños, de manera que se vaya derritiendo con el calor residual.
Desmoldaremos la tarta y la ponemos en alto, pero con una bandeja debajo para recoger la cobertura que vaya cayendo. Con decisión, verter toda la cobertura al centro de la tarta, de manera que se esparza homogéneamente por toda la tarta. Con el chocolate sobrante decoraremos, pero por favor, esperad a que esté frío!!!!
Hacía algún tiempo que andaba detrás de una amasadora. En casa hacemos bastantes masas de pan, pizza, bizcochos, y pensaba que podía ser una buena inversión.
Pues mira tú por donde que mis padres queridos me han hecho un regalito adelantado de cumpleaños. Nada más y nada menos que ésta amasadora. Una Bomann KM 362 CB. No ha sido de sorpresa, ya digo que hacía algún tiempo que las iba mirando, y esta era una de mis mejores opciones. Simplemente me han preguntado cual quería y hecho. ¿A que son fantásticos?
Ayer me llegó desde Amazon. Debía llegar entre 3 y 5 días hábiles y ha llegado al cuarto, así que bien. Todavía no la he probado con ingredientes dentro, solo la he puesto en marcha. No puedo comparar con otras, así que supongo que mi opinión es bastante subjetiva.
La primera impresión es bastante buena. No muy buena, solo bastante. Me gusta el aspecto general, a pesar de ser toda de plástico, si exceptuamos el bol que es de acero inoxidable.
De los 3 accesorios, las varillas parecen un poco endebles, pero igual solo es la impresión y luego van fenomenal. El batidor plano y el gancho de amasar tienen aspecto de metal, pero no de acero inoxidable, es como si no estuvieran bien terminados. Solo es una apreciación y seguramente me equivoque y son fantásticos, pero es lo que pienso ahora, antes de probarla.
El bol tiene muy buena pinta, metálico; lo único que es muy grande, casi 5 litros, y no se si realmente será demasiado grande para las cantidades que manejo. Realmente espero que no.
En cuanto al ruido. Antes de opinar quiero hablar con mi hermana Carmen, que tiene una KitchenAid, para preguntarle si es muy ruidosa o no. Aunque no os lo creáis, no se la he visto funcionando. Porque yo creo que la Bomann oscila entre ruidosa, muy ruidosa, o insoportablemente ruidosa. Lo que no es es silenciosa, eso os lo puedo garantizar. Realmente hace mucho ruido; lo que no se es hasta qué punto es normal. Podréis juzgar vosotras/os mismas escuchando la parte final del vídeo con la llegada del paquete.
Y para finalizar, os dejo un vídeo con la llegada del paquete. Un unboxing, vamos. Veréis que no es nada del otro mundo, pero al final podréis ver lo que comentaba sobre el ruido. Menos mal que la mayoría de usos son (serán) a velocidad 1 ó 2...
ACTUALIZACIÓN!!
A petición popular, actualizo la información sobre la amasadora después de un par de meses de uso.
Primero: después de pensarme seriamente devolverla, no lo hice y fue una gran decisión. Estoy encantado con ella.
Segundo: respecto del ruido. Probé la amasadora en vacío y fue un error. Después de probarla con ingredientes, con bizcochos y masas, te puedo asegurar que hace bastante ruido, pero que es soportable, no se hace notar tanto como había pensado en un principio.
Tercero: No se menea nada, nada. Tiene unas ventosas que agarran muy bien. Te puedo decir por ejemplo que mi hermana tiene una Kitchen Aid (KA) y se desplaza cuando hace masas. Eso sí, no la quieras mover del sitio que te va a costar, debido precisamente a las ventosas.
Cuarto: Yo no se lo que hice con mi primera masa pero me pasó eso de que no me mezclaba la parte de abajo. Pero.... Después de unas cuantas masas más, me he dado cuenta que es cuestión de cantidad de harina, que necesita un poquito más. Va de maravilla con las masas. Las masas que hago (la mayoría con 500 gr de harina de fuerza, básicamente pan de molde y pizzas) las ha hecho de maravilla. Y cuando digo de maravilla me refiero a una diferencia enorme en elasticidad y finura comparado con las masas que amasaba a mano (amasaba, en pasado, porque ya no he vuelto a amasar ni una más, jeje). Y hablando con mi padre, maestro panadero, dice que a mi hermana también le pasa con la KA, pero que aún así le quedan muy bien las masas. Un detalle más: la marca recomienda 10 minutos de funcionamiento máximo y después 10 minutos de descanso. Yo la verdad es que la he forzado a amasar algo más de tiempo (alguna vez hasta 20 minutos) y se porta de maravilla. También decir que por una vez doblé los ingredientes para hacer pizza, 1 kg de harina y casi 2 kg de masa total y trabajó estupendamente, no se quejó para nada, tiene una gran potencia.
Y quinto y creo que último: la cantidad. En mi receta del chocoflan hay que batir un par de huevos con azúcar. Bueno, pues sí que hay que parar y "despegar" el azúcar, pero curiosamente el vídeo del que cogí la receta (hay un enlace a él en la misma receta) lo hace con una KA y también le pasa lo mismo, tiene que parar y con una espátula separar el azúcar de las paredes del bol.
Conclusión: Yo estuve a punto de coger la Bosh MUM4405, y sigo pensando que es una buenísima opción. Pero después de 2 meses con ella estoy realmente contento con la compra y la volvería a comprar sin duda. Ahora bien, cuesta un dinero que hay que amortizar usándola. Si no la vas a usar no la compres, que es muy grande para tenerla enla cocina, aparte del gasto en dinero. Pero si la vas a usar y no te quieres gastar mucho, ésta es tu amasadora.
Mi mujer sí que sabe como revolucionar nuestra casa. Solo tiene que decir "¡Mañana arroz negro!" y ya está, ya se lió.
En casa el arroz negro nos gusta a todos mucho. Lo hace los fines de semana, que tenemos más tiempo, ya que ésta sí que es una comida slow food de las buenas. No sirve para todos los días porque requiere un poco de tiempo (como todo lo bueno en esta vida), pero merece la pena, ¡vaya si merece la pena!
Yo la ayudo un poco en lo que puedo (haciendo los mejillones, por ejemplo), pero ésta es una receta 100% made in Marta. ¡Y yo "encantao", oye!
Ingredientes
1 taza de arroz por persona
2 dientes de ajo
1 cebolla
8 sobrecillos de tinta de calamar
300 gr de anillas de calamar
1 kg de mejillones
500 gr de almejas
2 gambones por persona
Aceite, sal
Elaboración
Hervimos los mejillones y las almejas en abundante agua hasta que abran. Utilizaremos este agua como fumet de pescado.
En una olla grande o paellera, freímos con un poco de aceite los gambones. Cuando estén hechos por los 2 lados, retiramos.
Picamos finito la cebolla y los ajos y los echamos a la olla para que se sofrían. Cuando lleven 2-3 minutos, echamos ya los calamares y los freímos unos minutos.
Echamos entonces el arroz y sofreímos todo junto.
Cuando está bien sofrito, incorporamos la tinta de calamar. Removemos un poco para que se reparta bien por el arroz y echamos el caldo de los mejillones, 2 cazos por cada taza de arroz aproximadamente.
Echamos los mejillones y almejas que queramos y los gambones, y dejamos hacerse el arroz hasta que esté al punto (unos 15-18 minutos, dependiendo del tipo de arroz que uséis).
Bueno, pues realmente no son muchas las veces que me hago el pan para hacerme una deliciosa hamburguesa casera. Sin embargo cada vez que las hago me digo a mi mismo porqué no las haré mas a menudo.
Si es que es una pasada hacer tú mismo el pan para hamburguesas, la satisfacción es enorme. Y si encima te haces la carne, el placer es indescriptible. Se me está haciendo la boca agua según escribo. Si es que disfruto muchísimo cada vez que me meto en la cocina y tengo claro lo que voy a comer en solo un ratito. Fijaros qué resultado, ¡casi daba pena comérselas!
500 gr de carne picada mitad cerdo mitad ternera, que así la carne es más jugosa.
Sal, ajo y perejil para aderezar la carne.
1 cebolla
Una cucharada de azúcar
Una loncha de queso cheddar por cada hamburguesa
Una rodaja de tomate por cada hamburguesa
Salsa ketchup
Elaboración
Prepararemos primero todos los componentes de las mini-hamburguesas.
Partimos de la base que tenemos el pan hecho siguiendo ésta receta. La carne la aderezaremos al gusto con la sal, ajo y perejil. Iremos haciendo porciones del tamaño del diámetro de los panes y el grosor al gusto. Yo de un dedo de grosor más o menos, que me gustan gorditas. Las ponemos en una sartén con una pizca de aceite y las hacemos al gusto por los 2 lados.
Partimos la cebolla en aros y la ponemos a freír en una sartén con un poquito de aceite. Cuando esté transparente, añadimos un poco de azúcar y removeremos bien; quedará caramelizada.
Por cada mini-hamburguesa cortad una rodaja de tomate, de grosor al gusto. Al ser las hamburguesas minis, una rodaja seguro que nos irá perfecta.
Si os gusta, también podéis cortar unas hojas de lechuga, freír unas lonchitas de beicon, poner unos pepinillos, mayonesa u otro tipo de salsa,...
Bien, ahora que lo tenemos todo preparado, empezamos abriendo los panes por la mitad y para cada uno de ellos ponemos una buena cantidad de la cebolla caramelizada.
Justo encima pondremos la carne una vez esté ya hecha y enseguida la loncha de queso cheddar para que se funda bien con la carne.
Encima del queso ponemos la loncha de tomate y seguido un buen chorro de ketchup. Cerramos con el pan de arriba, ponemos un palillo largo para que no se nos desmonte a la hora de servir y....
Por fin, ya está aquí: una de las recetas más visitadas del blog merecía un vídeo que la acompañara y explicara claramente los pasos a seguir.
Así que espero que la disfrutéis tanto como yo he disfrutado haciéndolas. Os dejo el vídeo y un enlace directo a Youtube, que parece ser que no se ve bien en algunos dispositivos móviles.
